Torre de la voz...
Sólo el silencio te aguarda
Contra el tiempo
Torre de la voz... una olvidada sueñas
Arte en realidad, que no moría
Del dormir, anestesia, ya no un día
Punto, en que no morir... al abismo sueñas
Realeza invertida de los cielos... Hades
Pregunta amores, mudos, de la guitarra
Zeus, jinetes de las, luz de la, chatarra
María sin Fe, infecto de los Andes
Des ne éxtasis eternidades miras
Descubrir presionante aguas del secreto
Profusión de aquella noche, en cuerpo, iras
Abstracto del cantar, como la luz... rocar
Juega en la luz hasta no morir concreto
Arte del Final, no volverte a no tocar
Refracción
De aburrido, aun monja te desvisto:
Regatas del Sur, invencible, practico...
Elevación, maldición que me contempla
Trastocar en frágiles economías:
Masturbar bellezas, pulular poesías...
Latido, deslatido, el que me templa
Firmar, fechar muerte... oh libre perdición.
Inventar sensualidad, besar, derrotar...
Alucinaciones contar hasta matar.
Juez del arte dormirte, ajena ilusión
Como mártir del dolo... oh cosa amada.
Color, motor de la mente; quitar arte.
Oh muerte sola... vivirte y matarte
Rosa, ¡oh hermosa descorazonada!
Asentada... mirar al viajar, copular
Lacra o impura loca del estilo
Ante la no luz... de boca me destilo:
Todo prohibir para encontrar y volar...
Rimac
Oscuridad de no decir por aquí...
Por aquí se ha perdido.
Negro de ir... escapar al sueño vivo
Cual color no elegido por figura
Atravesar la última nota oscura
Cual Poesía: Carta de la Nada
Comenzar una eternidad que termina
Principiante del deísmo carcomido
Bosque de la nueva virtud que olvida
Encerrar deidad que humilla el brinco
Lo que no me roba... integrarlo todo
Mar, sangre, ilimitud... ver así no mío
Revivir decreto de lo no prohibido
Desposar como la insana voz del lunes
Resucitar herido... hombre tardío
Por la paz, inercia en sueños robóticos
Gymnopédies
no digo nada, no persigo el cielo
ni la estación, existo hacia lo extenso
donde hacia me levó tu veloz vuelo!
José Pancorvo
En nos... terrible, pienso: Volcán de la memoria
Inmoral... no olvido, no violación, no final
Llorar... desempolvar: Atormentar de criminal
Decir No... decir Sí... horrible la cosa palmaria
A disparar, oler... la daga que me invita
Holgura del morir, no a sí, santificado
Lujuria por no comer... partir justificado
Prontitud de no ver. Todo... ¡lo que aun no grita!
Núcleo, todo de materia sin superficie
Preámbulo de velocidad... Rescatar :: Vago
Revestir para mentir... Temprano... sola especie
Piojos verdes y sólidos... estás de aguante
De no bailar... no libertad total, no estrago
Destino on refugio, piano del inconstante...
Amórfor
Construyo en mis dos ojos tuertos
La maravilla que será...
Non omnis moriar...
Cuando superestructura un verso es el soñante:
¡Órgame la gala impía de hacer poesía!
Magma, envés de sangre bebida, cristianía;
Contar las luces de Buda, carne, esperante...
Donde el último soneto se escribiera:
Vuelo mortal despertar, evo, anacoreta;
Rosa mente en torcida de soga viviente...
Hasta soneto no hereditario no viviera.
Soñar desaparecer de amor y en todo:
Despierto y no soñando de amor me embarazo,
Delicado en amor de no cierto en tu regazo,
Científico, dador... reaparecer de amor.
Urubamba de flores en los ríos prohibidos...
Derrumbo no visto, enigmático, conciso.
No eres mono en el que me reconozco amor,
Espolón en que danza invierno himero.
Los Funerales de Atahualpa
Para mis amigos, los inmortales, de El Averno
No existe límite seguro en esto de morir para ser filmado
Si hasta parece ser que siempre se ha rezado para morir...
Qué contemplación hermosa puede haber en esto de vivir
Hijo del no rezado, del no parido
Tú puedes ser blanco pero yo soy la sombra del ilimitado
El negativo de rezar
El negativo de morir
Soy el Fin, el bello, el imaginado
El llano, el puro, el llorado
Soy la poca fe de los espejos
Pero me verás y seré tu premio
Raza, rasgo inmortal para ser americano
Y despertarás... Corazón oscuro dirás:
¡Qué negativo el de vivir dormido!
© Salomón Valderrama
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